¿Cómo tratar la enfermedad inflamatoria intestinal?
Enfermedad inflamatoria intestinal
Enfermedad Inflamatoria Intestinal actualmente, en el tratamiento de la enfermedad de Crohn (EC) y de la Colitis ulcerosa (CU), se emplean fármacos generales para aliviar los síntomas de la enfermedad y fármacos específicos para controlar los brotes de la enfermedad y mantener la enfermedad inactiva y asintomática.
Los fármacos utilizados en la EII fundamentalmente pretenden aliviar la sintomatología del paciente, para que pueda llevar una vida normal, no limitada por su enfermedad.
Aunque no se ha conseguido desarrollar un fármaco que cure la enfermedad, los objetivos actuales son cada vez más amplios, englobando diferentes aspectos que se alteran en el curso de la enfermedad.
Los objetivos actuales del tratamiento farmacológico son:
- – Control de la sintomatología clínica asociada a enfermedad activa (Remisión clínica).
- – Mantener la remisión clínica del paciente evitando nuevos brotes.
- – Mantener un estado nutricional adecuado y conseguir un adecuado crecimiento y desarrollo en la edad pediátrica .
- – Control de las lesiones intestinales, que pueden progresar a formas más evolucionadas de la enfermedad (estenosis, abscesos) y sujetas a mayor morbilidad y cirugía. El control adecuado de la inflamación mucosa, disminuye además, el desarrollo de lesiones malignas a largo plazo.
- – Evitar la recurrencia de la enfermedad en caso de cirugía previa.
- – Incrementar la calidad de vida del paciente, con una integración adecuada en su medio laboral y social.
La elección del tratamiento adecuado dependerá de diferentes circunstancias asociadas al propio paciente y a la enfermedad; así se tendrá en cuenta:
- – El sexo (género) del paciente, la edad y la forma de debut de la enfermedad. No se emplea el mismo tratamiento para un debut grave de la enfermedad que para uno más leve; además, el tipo de debut también influye en el tratamiento farmacológico de mantenimiento, ya que las formas de debut graves, se asocian con mayor frecuencia de recurrencias.
- – Los antecedentes familiares, la influencia de determinados hábitos(principalmente el hábito tabáquico), o la existencia de cirugía previa por la enfermedad.
- – La extensión de la enfermedad, la gravedad del brote, la localización anatómica, los tratamientos previos utilizados para el control de la enfermedad y la respuesta a los mismos, el número de brotes al año, el estado nutricional, la afectación perianal y la evolución de la enfermedad (desarrollo de estenosis o formas penetrantes).