Síndrome de colon irritable «colitis»
Intestino irritable
También conocido como síndrome de colon irritable, trastorno funcional digestivo y coloquialmente con el nombre colitis, esta enfermedad cobra mayor importancia dadas las condiciones de la vida moderna. Es crónica e incurable, pero se puede controlar.
La gente con estrés, ansiedad y depresión tiene más tendencia al síndrome de intestino irritable. Esto debido a que en el intestino intervienen vías nerviosas y hormonales que regulan su movimiento y grado de sensibilidad. Este tipo de señales son enviadas al cerebro en donde se traducen en forma de sensaciones y se hacen conscientes.
El síndrome de colon irritable es padecimiento característico de la edad adulta (afecta entre 16% y 21% de la población), principalmente a mujeres entre 20 y 40 años. Se cree que hay una relación de 2.5 mujeres por cada hombre enfermo; la frecuencia del padecimiento disminuye ligeramente en la población de edad avanzada, y se sabe que es más común en gente de raza blanca.
Impacto social y laboral del síndrome del colon irritable
En México, el SII es uno de los trastornos funcionales digestivos más frecuentes (se denominan funcionales porque no puede determinarse la existencia de una lesión estructural u orgánica que los explique).
Quienes lo sufren tienen menor desempeño o productividad laboral por ausentismo y demandan mayor atención médica. Además, afecta directamente los costos financieros debido a pérdida de ingresos y gastos no contemplados, implicando costos también para el sistema de salud.
Diagnóstico
En ocasiones, el síndrome de intestino irritable se confunde con otras enfermedades, como diarrea infecciosa, amibiasis, tumor o cáncer de colon, sangrado por enfermedad diverticular, e incluso con apendicitis.
¿Como controlarlo?
El tratamiento del síndrome de intestino irritable estará dirigido a modificar la dieta, dormir mejor, tomar mucha agua, así como eliminar factores que generen estrés; generalmente se requiere la administración de fármacos.
Si bien es cierto que el tratamiento se debe adecuar a los síntomas del enfermo, lo primero que recomienda el médico es la administración de antiespasmódicos. Este tipo de fármacos (los más utilizados son los que contienen butilhiocina) ayudan a que los intestinos no se contraigan, al mismo tiempo que calman el dolor en forma casi inmediata, aunque la duración del efecto es transitoria.
Por otro lado, se puede recurrir a los inhibidores de la recaptura de calcio, como el bromuro de pinaberio, que actúan relajando el músculo liso y quitando el dolor. Tienen un efecto de acción más largo que los anteriores.
En caso de que el enfermo con SII tenga predominio de diarreadeberán administrarse antidiarreicos (los más conocidos son a base de difonexilato y loperamida), que inhiben las contracciones de los intestinos.
También es común el uso de astringentes, laxantes y otros fármacos, pero ninguno de ellos tiene la posibilidad de curar el SII.
Dr. Manuel Martínez
Citas: (81) 8888-0651 y 52